SANTO DOMINGO.- La evaluación está planteada como un valor hacia la mejora de la calidad educativa y no como un control de los sistemas educativos del mundo, ni tampoco penalización. Por lo tanto, no puede ser vista como una amenaza, sino como una fortaleza.

La afirmación la hizo la consultora internacional María Del Pilar González, durante una visita que hizo al Instituto Dominicano de Evaluación e Investigación de la Calidad (IDEICE) en compañía de representantes de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) y el Ministerio de Educación.

En este encuentro, y en calidad de anfitrionas, participaron por el IDEICE las educadoras Carmen Caraballo y Santa Cabrera, directora ejecutiva y encargada del departamento de Evaluación, respectivamente.

Además de analizar el alcance de la evaluación y su impacto en la calidad educativa, las expertas conversaron con la consultora sobre su parecer de los aportes de la prueba del Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés)

María del Pilar dijo que la evaluación no es una tarea que debe ser vista como exclusiva del Ministerio de Educación, ya que es una labor que debe ser asumida por todos los estamentos y sectores de la sociedad preocupados por el tema de la calidad educativa.

PISA es más que un ranking

Sobre la prueba PISA, la consultora internacional invitó a hurgar y aprovechar todas las posibilidades que se presentan en sus resultados.

"PISA nos sirve para mirarnos como país. Por eso, hay que ver sus resultados más allá de un ranking o puntuación general", sostuvo González.

Dijo que, aunque en muchos países se detienen a mirar solo el ranking, PISA tiene una riqueza impresionante de información que se puede explotar y sacar provecho para reorientar políticas y apoyar decisiones de planes de mejora para la calidad educativa.

Puso como ejemplo que, a pesar de los resultados generales, República Dominicana tiene uno de los niveles de equidad más alto en la región de Latinoamérica dentro de los países evaluados en el año 2018.

Explicó que, en el informe de resultados del señalado año, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) resaltó que la República Dominicana posee una alta tasa (22 %) de estudiantes resilientes de niveles socio económicos y culturales familiares desfavorecidos que obtuvieron mejores resultados que otros pertenecientes a grupos sociales de mejores ingresos.

Indicó que ese dato revela que existe equidad en el sistema educativo, y a la vez, platea la interrogante de cómo lograron salir adelante esos alumnos en condiciones adversas, lo que motiva un estudio del caso para la identificación y fomento de buenas prácticas.

La experta insistió en que se utilice la prueba PISA como instrumento y herramienta de consulta, más que detenerse en el simple ranking o posición que se ocupa.

"Pisa lo que nos hace es ver información de todos para aprender de otros. Nos muestra un camino. Aquí el asunto es aprender de todos", puntualizó la consultora. Ya muchos países han evolucionado hacia ese concepto, agregó.

La población debe conocer más de PISA

La directora ejecutiva del IDEICE saludó las propuestas de María del Pilar González de socializar la prueba PISA a nivel general y como consulta permanente.

Carmen Caraballo coincidió también con la experta de que las facultades y departamentos de educación de las universidades conozcan el alcance de PISA.

Externó su interés de que la población conozca la importancia y el desarrollo de la prueba internacional PISA como un instrumento positivo para el sistema educativo, y no como simples resultados cuantitativos de resultados.

Sobre el contenido y alcance, la encargada de Evaluación del IDEICE, Santa Cabrera, recordó que PISA consulta a los padres, centros educativos y maestros mediante la aplicación de instrumentos diseñados exclusivamente para cada grupo y proporcionada información de la comunidad educativa. la idea es medir el sistema educativo en su conjunto, agregó.

De su lado, Analía Rosoli, coordinadora de Cooperación y Desarrollo de la OEI Dominicana, consideró que PISA no solo aporta una retroalimentación interna al sistema educativo en el nivel secundario, sino desde el nivel Inicial.

"Sirve como un termómetro para ir ajustando el segundo ciclo de la secundaria, a partir de los datos obtenidos; y para que los estudiantes estén mejor preparados sea para la universidad o para la vida técnico profesional", subrayó.

Puntualizó que los procesos en educación no producen cambios en dos, tres o cuatro años, sino en décadas, y trascienden en generaciones futuras. "De ahí la importancia, de verlo desde una perspectiva integral", dijo.

El encuentro

La visita especial de la consultora internacional y las representantes de la OEI y el Ministerio de Educación se desarrolló en un ambiente ameno. Las expertas conversaron sobre sus respectivas experiencias con asuntos relacionados con la evaluación y la prueba PISA.

Además de María del Pilar González, Carmen Caraballo y Santa Cabrera, participaron, por la OEI: Analía Rosoli, y Rita Monte de Oca; del Ministerio de Educación, Danilsa Pujols, subdirectora de Educación Media del Ministerio de Educación.

La prueba PISA es una evaluación educativa que se realiza a gran escala en más de 85 países, cada tres años. Evalúa tres dominios: comprensión lectora, matemáticas y Ciencias. Además de un dominio innovador.

En cada edición la prueba se escoge uno de los tres dominios como foco. El de la edición de este año de PISA 2022 es matemáticas, y el dominio innovador es pensamiento crítico.